-
Arquitecto: KAAN Architecten
- Área: 1050 m²
- Año: 2013
-
Fotógrafo:Sebastian van Damme
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El área de Lijnbaan en Rotterdam se ha enriquecido: no enjoyada con gemas artificiales pero sí a modo de reclamo de distinción. La estructura, junto a Schouwburgplein, en la esquina de Kruiskade-Karel Doormanstraat, nos llama la atención por medio de su modesto pero contundente semblante arquitectónico 'Dream: su restaurante de carnes favorito' cuya fachada imita en parte a una chza de pradera, ha sido reacondicionado para “joyeros Schaap” en “Citroen” y los minoristas de moda “COS” , bajo la bandera de Dreamhouse. Construido en la década de 1950 como la “casa de Martin”, fue un salón de té muy moderno que ofrece la nueva tendencia de "autoservicio", la tienda de la esquina se ha despojado de su carácter debido a varias remodelaciones a lo largo del último medio siglo. Ahora al edificio, construido por el entonces estudio de arquitectura Van den Broek, en Bakema durante los optimistas primeros años de la posguerra, se le ha dado una nueva vida a través del nuevo modernismo de Claus en Kaan Architects.
El nuevo modernismo sigue siendo - inalterablemente - funcional, pero ahora es discretamente distinguido y adecuadamente elegante; sin formas locas o colores brillantes, ni ninguna urbanidad pomposa. Volúmenes rectangulares se apilan de manera equilibrada a lo largo de tres pisos en la parte superior de las columnas existentes, y muestran una diferenciación sutil de materiales, aperturas de ventanas, colores y otros detalles. El apilamiento presenta unidad en la diversidad. Los primeros proyectos de tiendas son notables, y como tales los claros ecos de la 'piedra de molino en collar' de las oficinas en los pisos residenciales de los alrededores de La “Cityhouse” por los arquitectos de renombre Maaskant y Van Tijen. La pendiente de la fachada se acentúa por un marco de ventana. Perpendicular a las ventanas de hoja de gran medida de vidrio se fijan los listones verticales - profundos, delgados y limpiamente alineados dentro de un marco.
Los listones y su manera de encajar, prueban la existencia de un barroco geométrico en el que se manipula la vista y se crea un juego de luces al igual que hacía el barroco tradicional, pero ya sin los giros ni curvas, simplemente de borde recto. Además, su rítmica sincronización con los balcones que sobresalen en la fachada de los planos opuestos, tienen un efecto óptico sorprendente. Visto de lado, el voladizo parece bastante cerrado. Visto de frente, el edificio se presenta como un cuadro de muestras y ofrece una vista sin obstáculos de su interior. Por extrusión (presionando a través de un molde) y anodizado del aluminio, los listones adquirieron sus bordes a modo de cuchillos afilados de color gris perla. Estos permiten un suave reflejo de la luz y la emission de colores de adentro hacia afuera y desde el sol, las nubes y los árboles al interior. Para aquellos que deseen verlo, es un deleite intemporal.